No hace falta muchas razones para visitar Cordoba.
Hablamos de flores, hablamos de mayo, de arcos y callejas, de balcones, de toreros y pintores, de judíos, cristianos y musulmanes, hablamos de Córdoba. Los orígenes de Córdoba se pierden en el tiempo. Fenicios, griegos, romanos, visigodos, árabes, judíos. y Cristianos. Todos ellos contribuyeron a hacer esta ciudad grande, que estuvo entre las más importantes del mundo occidental.
No hace falta muchas razones para visitar Cordoba. Sus calles, testigo de lujo de un pasado de esplendor, ofrecen al viajero belleza, cultura y arte.
Imprescindible una visita a La Mézquita-Catedral, tapear salmorejo y flamenquines en la judería, pasear Puente Romano al atardecer e ir de cañas a la Plaza de Las tendidas. Disfruta de una ciudad Patrimonio de la Humanidad